Iglesia de la Santa Cruz.

 

 

 

• Caracterización: Arquitectónica.

• Tipologías:Iglesias

• Actividades:Ceremonia cristiana

• Descripción:Situada frente al Palacio de Jabalquinto y a la Antigua Universidad, Santa Cruz es una de las seis parroquias levantadas a raíz de la conquista y la única que ha llegado, pese a las reformas, entera a nosotros. Su aspecto exterior es el de una pequeña iglesia más románica que gótica por lo cerrado de su masa, las abocinadas portadas y el ábside semicircular de su cabecera. En planta es un templo de tres naves separadas por originarios pilares cilíndricos de arenisca (recubiertos posteriormente de yeso hasta variar su perfil por otro cuadrado) y un sólo ábside en la cabecera precedido de un amplio tramo rectangular, al que abren dos capillas. Sobre los pilares apean cuatro arcos apuntados por banda de sillería abiertos en el murete de descarga de la techumbre, siendo los muros laterales lisos, sin más huecos que el de las puertas, capillas y el arco toral de medio punto que da paso al presbiterio en la cabecera. La techumbre de las naves era originalmente mudéjar, reformada en 1575 y devuelta, tras la última restauración, a una estructura de madera neutra. Presbiterio y antepresbiterio lo hacen por su parte, con bóveda de cuarto de esfera y cañón apuntado respectivamente. De las dos capillas que dan al presbiterio, la de la derecha, de planta cuadrangular, parece añadida en un momento posterior, pero ofrece un arco de entrada muy curioso, de herradura, con peralte equivalente a dos quintos del radio. En el lado opuesto, la capilla también es añadido posterior de planta rectangular y abierta mediante arco apuntado, cubriéndose con bóveda de crucería simple. Arco y paramentos interiores se recubren con pinturas al fresco, representando a San Sebastián y la Virgen amamantando al Niño bajo dosel en el intradós del arco, y el martirio de Santa Catalina en el interior, todas ellas en un gótico tardío, bastante desvaídas en el color. También aparecen en el ábside temas pictóricos en peor estado, fechable en el siglo XV. En el exterior, sobre un muro de sillería de aparejo irregular, destacan sendas portadas en las fachadas Sur y Oeste. De ellas, la primera es original del templo, en tanto que la otra procede de la iglesia de San Juan. Se trata de portadas con tres columnillas en las jambas, escalonadas, que no llegan al suelo, y línea de imposta corrida sobre la que descansan arquivoltas decoradas con dientes, cerrándose el reslte con un pequeño tejaroz apoyado en ménsulas de piedra, de tradición mudéjar. La portada, procedente de San Juan, presenta leves variantes. Un ligero apuntamiento en el arranque de las alquivoltas y una decoración fantástica de cardina, con dragones y otros animales, en la línea de imposta. Sobre la portada, en el hastial, un rosetón decorado en su abocinamiento igual que el de la catedral.